El tubo se mantiene como uno de los formatos de envasado más apreciados en el mundo de la belleza y el cuidado personal, y no es difícil entender por qué. Su forma compacta y ligera lo hace altamente práctico tanto para las marcas como para los consumidores: es fácil de almacenar, fácil de transportar y fácil de usar.
Desde el punto de vista funcional, los tubos permiten una dosificación precisa y controlada, lo que ayuda a minimizar el desperdicio y mantener la higiene. Protegen el producto del aire y de contaminantes externos mejor que los tarros, prolongando la vida útil y preservando la integridad de fórmulas sensibles; un factor clave en el cuidado de la piel y los cosméticos. Además, su naturaleza flexible los hace más fáciles de manejar que las botellas, manteniendo el producto cerca del dispensador y requiriendo solo una simple presión.
Desde una perspectiva de marca, los tubos ofrecen un lienzo limpio y moderno para el diseño. Ya sea de pie en una estantería o guardado en un neceser de viaje, presentan una apariencia pulida y profesional. Gracias a la amplia variedad de materiales, acabados y opciones de cierre, pueden adaptarse fácilmente a la identidad y posicionamiento de cualquier línea de producto.
El amplio portafolio de cabezales y tapas en el catálogo de CTLpack permite una mejor adaptación al tipo de producto, desde líquidos (con aplicador o bomba) hasta fórmulas semisólidas o con consistencia pastosa.